El Ibón de Estanés esta ubicado prácticamente en los límites de la frontera de España con Francia, es uno de los ibones más conocidos y visitados de la zona del Valle del Aragón, pero curiosamente se encuentra ubicado en el termino municipal de Ansó.
Se encuentra a una altitud de 1.754 metros, tiene un origen glaciar y una dimensión considerable, aunque actualmente se encuentra represado para abastecer a la central eléctrica francesa de Espelunguére. Hasta el se puede acceder desde cuatro puntos de partida diferentes, pero hoy la ruta parte desde el refugio de Lizara en el corazón de los Valles Occidentales.
La vida en movimiento
Ibón de Estanés desde Lizara
El otoño es una de esas estaciones que invitan a caminar por el monte, la buena temperatura y los excepcionales paisajes multicolores nos brindan una preciosa oportunidad de descubrir rincones mágicos.
La ruta de hoy la voy a compartir con mi gran amigo Emiliano y eso la hace aun más interesante si cabe, es un amigo con el que comparto muchas cosas, pero no la montaña, y aprovechando unos días libres que tenemos nos embarcamos en esta pequeña y sencilla aventura.
La mañana se presenta soleada y magnífica para andar así que tras un café en el refugio de Lizara nos ponemos en camino.
Iniciamos nuestra ruta ascendiendo por una senda que sale detrás del refugio, hacia el collado de Foratón. A unos 500 metros la abandonaremos tomando la senda de la derecha hacia el Barranco del Puerto, adentrándonos por un pequeño bosque.
Poco a poco vamos ganando altura sobre el Plano de Lizara pasando por debajo de la ladera de Fetas hasta llegar al refugio de Olderca.
Un poco más adelante el paisaje cambia radicalmente y toma más aspecto de alta montaña al adentrarnos en el barranco de Oldecua, primero el camino desciende unos metros pero pronto vuelve a tomar altura para llegar al Achar (o paso) de Catiellas.
Perfectamente confinados entre las gigantescas masas calcáreas de los macizos del Bisaurín y de Bernera comenzaremos a remontar sus empedradas laderas que nos llevarán en continuo ascenso hasta el refugio de los Forestales.
La agreste canal se va superando por alguna zona herbosa que alterna con otras más pedregosas, fáciles de caminar pues el terreno es bastante estable y las piedras pequeñas. Al alcanzar el abrupto y llamativo peñasco que parecía cerrarnos el paso, la subida se suaviza y volvemos a caminar entre sombríos pastizales.
De nuevo la senda gana altura entre lazadas y nos lleva a un curioso refugio por su forma y estructura, la Caseta de Bernera o de los Forestales. En su tiempo fue un cuartel de carabineros que controlaba el paso por la zona pues cerca de aquí esta el ibón de Estanés que limita con Francia.
Poco después un amplio circo glacial se presenta ante nosotros, la Paúl de Bernera también conocida por Plana Mistresa. A la izquierda el collado de Secús, de frente la muralla pétrea de Bernera y a la derecha una senda sube con suavidad en dirección a la escarpada sierra de Olibón que conforma la cabecera del llamativo Valle de los Sarrios y hacia allí nos dirigiremos.
En estas fechas y dada la sequía que venimos padeciendo la Plana tenía toda su hierba agostada, por el barranco sólo corría un poco de agua, para entendernos estaba muy lejos de la belleza que este rincón presenta en mayo o junio, pero eso no nos impidió disfrutar de este precioso lugar.
Tranquilamente, mientras hacemos unas fotos, bebemos un poco de agua y comentamos los nombres de las montañas de los alrededores, buscamos el mejor sitios por donde ir ya que tenemos que cruzar un pequeño riachuelo.
Girando hacia el Este, nuestra derecha continuamos caminando por la pradera en la que aun encontramos varios rebaños de vacas.
Poco a poco nos vamos acercando, rodeados de los escarpados picos que jalonan nuestra ruta, al Valle de los Sarrios, tomando como referencia el circo Olibón que tenemos enfrente.
Ya tenemos cerca el Puerto de Bernera, pero no podemos continuar sin hacer un alto en el camino para hacer una breve visita al coqueto Ibón Biello o Ibón Viejo oculto por una morrena y lejos de las miradas de los senderistas.
Hecha esta pequeña parada, subimos ahora al puerto de Bernera, punto más alto de nuestro itinerario y el cual nos dará paso a nuestra izquierda al maravilloso Valle de los Sarrios.
Antes de llegar al valle ya se deja ver uno de estos majestuosos animales como no podía ser de otra manera.
Iniciamos el pequeño tramo de descenso que nos colocará en el plano del Valle de los Sarrios
El recorrido ahora es muy cómodo y bastante llano. Y el entorno que se levanta imponente a nuestro alrededor es impresionante.
Cruzamos el valle hasta llegar al Collado de los Puertos, también llamado “La Trinchera”. Singular balcón natural que nos regaló una panorámica majestuosa, de izquierda a derecha, Acherito, Petrechema, Mesa de los Tres Reyes, Anie, Castillo de Acher, por supuesto el Midi, Anayet, vértice de Anayet, los Infiernos, Pala de Ip, Collarada, de las mejores vistas del Pirineo.
Descendemos vertiginosamente por una pronunciada senda a la izquierda mediante continuos zigzags, una bajada un poco más delicada aunque carente de dificultad que nos obliga a estar atentos en cada paso.
Más adelante, perdiendo altura, pasamos por un pequeño barranco y descendemos para llegar al ibón de Estanés, terminando la ruta en un improvisado mirador frente al Ibón en donde nos quedamos a almorzar para luego continuar hasta su orilla y comenzar la vuelta.
El camino de vuelta lo realizamos volviendo sobre nuestros pasos. Primero volviendo al Valle de los Sarrios tras una fuerte subida, donde contemplamos su majestuosidad desde su entrada norte.
Una vez cruzado el Valle ascendemos de nuevo al puerto de Bernera que nos regala unas increíbles vistas del Collado y del Puntal de Secús.
Desde este punto ya solo nos queda bajada, sin prisa pero sin pausa ponemos rumbo hacia el Refugio de Lizara donde nos espera la merecida recompensa.
Una vez más finalizamos con las piernas cansadas pero el rostro lleno de la felicidad que solo nuestro Pirineo y la buena compañía nos puede regalar.
Casi seis horas después y con unas cervezas frías damos por concluida nuestra bonita ruta.