Pusilibro desde el Castillo de Loarre

El Pusilibro o Puchilibro es el pico más alto de la Sierra de Loarre y separa el Valle del Garona de la Hoya de Huesca, se eleva al norte sobre el castillo que da nombre a estas tierras prepirenaicas, hermoso y característico bastión construido por orden del rey Sancho III en el siglo XI. Posiblemente el castillo románico mejor conservado de Europa.

El Pusilibro también es conocido como el pico de los ovnis, ya que a finales de los años 70 hubo varios avistamientos de un objeto de gran tamaño rojizo anaranjado sobre los montes de la zona. De esto hace ya unos cuantos años y siempre al amparo de la noche, así que nosotros vamos a ir a caminar por esta misteriosa zona sin ningún temor de ser abducidos.

La vida en movimiento

Pusilibro desde el castillo de Loarre

Salimos temprano de Zaragoza y tras poco más de una hora llegamos al Castillo de Loarre, hoy toca caminata con Kurt para que se vaya acostumbrando a la montaña y nos acompañan Ana y Aspe en esta sencilla y entretenida ruta circular.

La ruta comienza por una senda fácilmente identificable en el extremo final del aparcamiento dejando el castillo a nuestra espalda, ladera arriba en dirección al bosque.

A los pocos metros, una vez dentro del bosque, encontramos un cruce señalizado con un cartel indicador con varias opciones, tomamos la de la derecha dirección Pusilibro. Seguimos en suave ascenso por la senda muy bien marcada y siguiendo en todo momento las marcas blancas y amarillas del PR.

Nos tomamos la subida con calma, observando todos los detalles del bosque, compuesto principalmente por pinos royos.

Arropados por la sombra del bosque continuamos la marcha siguiendo las marcas del PR

La senda deja, por un momento los pinos, y podemos ver un poco más lo que hemos subido y echando la vista átras podemos contemplar el castillo y la Hoya de Huesca.

Seguimos en ligero ascenso viendo alguna carrasca y algún boj hasta llegar de nuevo al frondoso pinar.

En esta parte del camino hay que atravesar varias tronchas forestales, pero nosotros seguimos las marcas blancas y amarillas por una senda muy agradecida, hasta abandonar el pinar.

Tras haber recorrido poco más de kilometro y medio desde el inicio de la ruta saldremos a una amplia pista forestal, por la cual  avanzamos unos 100 metros antes de un cruce que nos sale a mano izquierda.

Continuamos ahora por un estrecho sendero muy bien trazado que discurre entre erizones y bojes siguiendo a los perretes que siempre nos llevan la delantera

Unos cien metros más adelante un giro brusco a la izquierda nos mete en la primera cresta, la que llamaremos cresta Este.

Según vamos subiendo las vistas nos van sobrecogiendo. Y la ascensión, se hace más entretenida saltando piedras y haciendo equilibrios, rodeados por la majestuosidad del lugar.

Sin tener ninguna dificultad este tramo si que le da bastante ambientillo de alta montaña a la ascensión.

No suelo moverme por la zona del Prepirineo y la verdad es que cada vez que hacemos alguna ruta por aquí me sorprende y me dan ganas de explorarla un poco más.

Una vez pasada la cresta, llegamos a un collado con abundante vegetación, desde el que se ve la otra vertiente de la sierra y unas espectaculares vistas de los llanos de La Hoya, el pueblo de Loarre y su fortaleza, el Pantano de las Navas y al fondo La Sotonera.

Seguimos subiendo por la loma, que podemos denominar como la antecima sur del Pusilibro, hasta encontrar un poste que nos indica la dirección a seguir.

Desde aquí tan solo medio kilómetro nos separa de la cima, ¡así que a por ella!.

Al principio, el sendero toma bastante pendiente, pero luego prácticamente llanea hasta alcanzar la cima del pico Puchilibro (1.595 m), el punto más alto de la Sierra de Loarre. Nos ha costado alrededor de 1 hora y 10 minutos desde el castillo de Loarre.

La cima nos recibe gélida con pequeñas rachas de viento de norte, esto sumado a que el día está un poco nublado, nos hace estar apenas 5 minutos en la cumbre para hidratarnos un poco y hacer alguna foto antes de iniciar el descenso.

Desde la cima del Puchilibro podía apreciarse, aunque no con la suficiente nitidez, el nevado cordal pirenaico desde la parte más occidental, viendo el Bisaurín, el Aspe, Collarada, Peña Telera, Tendeñera y toda una serie de picos hasta enlazar con el macizo de Monte Perdido. También la impresionante Peña Oroel y a su izquierda el macizo de San Juan de la Peña, y mucho más cerca Peña Gratal con la Sierra de Guara al fondo.

Lo que no vimos fue ovnis…

Abandonamos la cima y volvemos sobre nuestros pasos hacia la antecima sur, hasta el poste que nos marca la dirección a seguir. Y allí, si bien antes hemos subido por la vertiente este, ahora descenderemos por la oeste siguiendo indicaciones de «Repetidor (cresta)».

Una corta bajada primero por terreno despejado y luego por zona boscosa nos deja en el inicio de la cresta oeste del Puchilibro. Aquí tenemos dos opciones: o tomar la cresta hasta las antenas o bien acortar en una bajada más pronunciada obviando la cresta tomando un sendero al poco de comenzar la cresta.

Como la ruta es corta decidimos seguir por la cresta hasta las antenas, que si bien el recorrido es más largo también es más entretenido y tiene mejores vistas. Así pues iremos avanzando por la cresta sin demasiada dificultad pero siempre con cuidado.

Al poco de comenzar a crestear nos dimos cuenta de que los perretes tenían alguna dificultad para sortear algún tramo en el que la cresta era mas afilada y nosotros teníamos que andar con un poco más de cuidado, así que retrocedemos unos metros y descendemos por la izquierda por terreno sin senda, y haciendo un poco el jabalí conseguimos llegar hasta el otro camino de bajada, no sin complicaciones.

A partir de ahora iremos alternando tramos de sendero con tramos de pista siempre guiados por los hitos y las marcas del sendero.

Cruzamos una pista y seguimos bajando ahora entre el pinar hasta llegar al plan de Lungas. Dejamos una balsa a nuestra izquierda e iremos en busca de un refugio forestal hacia nuestra derecha, abandonando la pista.

Continuamos con la marcha, el sendero vuelve a meterse en el bosque y sigue descendiendo hacia el castillo. 

Pero antes echamos la vista atrás para darle un último vistazo al Puchilibro.

Llegando al castillo unos peñascos que hay junto al camino nos ofrecen unas vistas privilegiadas del entorno, estamos justo en la parte alta de los Mallos de Loarre. Creo que hay varias vías de escalada en estas paredes, tengo que investigarlo…

Tras esa pequeña parada para ver el castillo desde lo alto, seguimos descendiendo hasta llegar al cruce de caminos del inicio de la ruta, donde el PR-HU-105 cierra el bucle. Solo nos quedan los últimos metros de la ruta.

LLegando al castillo podemos contemplar a la derecha los Mallos

Y de nuevo en el castillo damos por finalizada una ruta muy recomendable para los días en los que el Pirineo no quiere visitas.

Gran jornada senderista mezclada con toques de historia medieval, sin duda un día bien aprovechado y en la que mira por donde si que fuimos abducidos, pero por sus maravillosas vistas.

Y para despedirme por hoy os dejo una foto de Kurt, el guardián del castillo.

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